Bruno Bettelheim i Karen Zelan opinen que la lectura no pot ser
atractiva ni no s’omple de màgia: “para tener muchas ganas de leer, el niño no
necesita saber que la lectura le será útil más tarde; debe estar convencido de
que ésta le abrirá un mundo de experiencias maravillosas, disipará su
ignorancia, lo ayudará a comprender el mundo y a dominar su destino”
(Bettelheim i Zelan, 1983:50)
(Bettelheim i Zelan, 1983:50)
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